Es importante que, en una zona cálida como la Península Ibérica, se confíe en el expertise de una empresa especializada en temperatura controlada
Al hablar de temperatura controlada en una zona como la Península Ibérica, uno podría pensar que las elevadas temperaturas que caracterizan a esta área geográfica suponen un problema para el mantenimiento de la cadena de frío. Sin embargo, las facilidades que ofrece un especialista en logística a temperatura controlada hacen posible el transporte entre España y Portugal.
Son varios los aspectos que hay que tener en cuenta cuando se quieren transportar artículos que, para su correcto uso o consumo, implican un rango de temperatura específico. En este punto, entra en juego la cadena de frío. Por eso, es necesario definir este concepto y conocerlo en profundidad.
Cadena de frío y transporte a temperatura controlada
Son conceptos relacionados. Por un lado, la cadena de frío hace referencia al mantenimiento de una temperatura constante a lo largo de la cadena de suministro para conservar la mercancía en sus condiciones óptimas y asegurar su calidad. Implica que todos los eslabones tengan un objetivo común: no romper la cadena de frío.
Por su parte, el transporte a temperatura controlada alude a esta etapa específica de la cadena de suministro que traslada la mercancía de un punto a otro manteniendo ese rango de temperatura requerido. Es importante que, durante todo el proceso, desde que se recogen los productos en las instalaciones de almacenamiento, hasta que se entregan los mismos en su destino final, se mantenga la cadena de frío.
Para garantizar que no se produzcan cambios y que se mantenga una temperatura constante, es necesario que, tanto la carga, como la descarga se hagan lo más rápido posible. Y, una vez se han colocado los artículos en el vehículo que efectuará el transporte, las puertas del mismo deben permanecer cerradas hasta que se entregue la mercancía a su destinatario.
Tipos de vehículos a temperatura controlada
Cuando se transporta mercancía a temperatura controlada, se puede optar por diferentes tipos de vehículos en función de las características y necesidades de los productos. Según la normativa ATP (Acuerdo Internacional de Transporte de Mercancías Perecederas y vehículos especiales utilizados en este transporte) existen cuatro grandes tipos:
Características de los vehículos
Independientemente del tipo de vehículo que se requiera para el traslado de la mercancía, es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones que son comunes y que comparten todos ellos.
Todas estas características tienen el fin último de mantener la mercancía en un estado óptimo independientemente de las condiciones y temperaturas externas.
Finalmente, cabe destacar que la responsabilidad de que el transporte de una mercancía tenga éxito o no, depende de la empresa contratada para ello. Por eso, es importante que, en una zona cálida como la Península Ibérica, se confíe en el expertise de una empresa especializada que sepa elegir el mejor tipo de vehículo y conozca las particularidades de los traslados a temperatura controlada.